Una reflexión.
Cada año ocupamos, más y más el aparcamiento de la playa de
la Carolina. Superando los límites naturales: plantas, rocas, rambla… poco a
poco, estos límites van retrocediendo dejando un terreno yermo y desolado.
Estamos extirpando la esencia natural de esa playa. Es la
joya de la corona donde queremos ir todos, turistas y paisanos. Y no nos damos
cuenta que con las actitudes incívicas que tenemos, la estamos destruyendo.
Me sorprende que siendo un lugar protegido, la
administración la tenga tan descuidada. En otras playas de la Región, ponen
límites. Delimitan la zona de aparcamiento y los caminos. Ponen multas si algún
espabilao se le ocurre hacer uso de su 4x4 para ir campo a través.
Deberíamos exigir a todos que respeten el paraje y a la
administración que ponga medios para frenar esta destrucción, si no queremos
que quede en un gran solar perfecto para el cemento.
Caminos y aparcamiento en 1.981
Caminos y aparcamiento en 2.013
Caminos y aparcamiento en 1.981